Cada vez existen más hogares inteligentes que cuentan con asistentes virtuales basados en IA, como Siri, Alexa y Google Assistant; e incluso, con productos de domótica, como nuestra gama Tapo. Estos asistentes facilitan la vida de las personas realizando acciones tan cotidianas como encender y apagar luces, ajustar la temperatura o reproducir música.

Además, la IA permite aumentar la seguridad en los hogares detectando comportamientos sospechosos y enviando alertas al propietario. O, por ejemplo, ahorrar energía instalando termostatos inteligentes para aprender las preferencias del usuario y ajustar automáticamente la temperatura.

Diagnósticos y tratamientos más precisos

A modo de ejemplo, en uno de los sectores tan esenciales para la sociedad como es el sanitario, la IA ha permitido mejorar la precisión del diagnóstico, el tratamiento y la atención del paciente. Esta tecnología es capaz de detectar en las imágenes patrones y anomalías que pueden ser difíciles para el ojo humano, o mejorar la interpretación de radiografías u otras imágenes médicas, entre otras funciones.

Su actuación en tiempo real ayuda a detectar los problemas de salud antes de que se conviertan en emergencias médicas. Simplemente, acudiendo a consulta, los dispositivos basados en la IA pueden medirnos la presión arterial, el ritmo cardíaco u otros indicadores, y alertar al médico si detecta que algo no va bien. Pero como en todos los ámbitos, debemos ser cautos y siempre apoyarnos en los conocimientos y la experiencia de los médicos. La IA puede ser una herramienta de apoyo, pero nunca el único medio del que fiarnos.

Gestiones financieras más seguras

Los bancos también se han sumado al avance de la tecnología y han comenzado a usar la IA en sus procesos, lo que proporciona a sus clientes una mayor seguridad en sus cuentas bancarias. Esta tecnología, que utiliza algoritmos que aprende sobre nuestros hábitos, es capaz de ofrecernos recomendaciones para ayudarnos a ahorrar o hacer una buena gestión de nuestra situación financiera. 

Además, la IA es capaz de aportar una mayor personalización y seguridad en nuestras transacciones financieras, lo que sin duda contribuye a nuestra tranquilidad frente a posibles fraudes, ya que detecta movimientos inusuales o fraudulentos que a una persona podrían pasarle desapercibidos.