Lo primero es que es necesario analizar lo que se deseas asegurar, porque hay una gran variedad de opciones de seguros como: los de auto, vida, educación, gastos médicos, hogar, salud, entre otros. También, antes de decidir por contratar alguno de los anteriores se debe de tener presente en qué etapa de vida se encuentra y qué es lo que necesita asegurar.

Otra forma de conseguir información valiosa es buscar asesoría profesional, para que poder orientarse en los derechos y obligaciones que se obtienen contratando el servicio de la aseguradora, además de condiciones generales de la póliza.

Aunque existen productos similares en diversas aseguradoras, algunos productos cuentan con características específicas que pudieran cubrir mejor tus necesidades, por lo que es importante que antes de decidir se comparen diversas opciones considerando la cuota a pagar, coberturas y exclusiones que no cubre el servicio.

Hay que tener presente que los seguros son una inversión a largo plazo lo que implica destinar una cantidad fija mensual, trimestral o anual, la cual se deben de considerar para incluir en el presupuesto de gastos personal o familiar. Por eso también es necesario buscar pólizas que no comprometan otros compromisos financieros.

Finalmente es necesario conocer los siguientes conceptos, que aparecerán en los folletos de información de las empresas que venden seguros:

Suma asegurada: Es la cantidad máxima que la aseguradora pagará en caso de concretarse el siniestro de acuerdo con lo amparado en la póliza.

Coberturas: Son los riesgos específicos que cubre la póliza que se contrata.

Exclusiones: Son todos aquellos riesgos que no cubre el seguro.

Póliza: Es el contrato que contiene las condiciones generales, particulares o especiales a las que se compromete el asegurado y el asegurador.

Prima: Es el costo del seguro.