Algo muy importante que están haciendo estas empresas, es que las utilidades ya no las sacan del país, sino que las están invirtiendo en El Salvador lo cual, es muy beneficioso para la región si se toma en cuenta que el país acaba de pasar por periodo electoral, en el que es normal que las empresas decidan irse o lo producido mandarlo hacia su casa matriz, por la incertidumbre que siempre se genera en esta situación.

Sin embargo, no ha sido el caso en este año, al contrario, se está reinvirtiendo las utilidades en El Salvador, por las mejoras en las políticas públicas económicas que está generando una confianza en los empresarios que están haciendo que quieran expandirse en la región, lo cual genera empleos y dinamización de la economía.

De acuerdos a los datos del BCR si esta tendencia continúa los números de la inversión extrajera van hacer mejores que los resultados de 2023, en el que se obtuvo US$759.7 millones de inversión.

Si no hay una fuga de capital, las empresas tienen más dinero disponible para invertirlo en el país.

Estos datos importantes benefician a la población salvadoreña, en el sentido que, si hay una “reinversión” por parte de las empresas, estas se expanden y generan empleos que ayudan directamente a la población porque la mano de obra se obtiene de forma local, por lo cual mejoran los ingresos de las personas para su consumo privado lo que abona al crecimiento económico del país, aunado a las remesas que también es un factor determinante.

Si bien es cierto, se han creado diversos incentivos para la inversión privada en El Salvador como, por ejemplo, eximir de impuestos a las empresas, hay otro factor muy importante que es la mejora en seguridad, a pesar que no es factor económico como tal, sino, más bien social, pero si afecta directamente.

Las empresas micro, medidas, y grandes tenían que pagar extorsión a los grupos delincuenciales, al punto, que llegó hacer tan común este comportamiento que iba incluido en los presupuestos de estas empresas, lo cual afectaba las utilidades; pero ahora con las mejoras en la seguridad ya existe un desahogo, porque los empresarios ya no deben de pagar esta renta y hay más oportunidades de invertir en cosas más importantes las ganancias.

De ir mejorando para 2024 se proyecta un crecimiento de la economía dentro del rango del 3.0% al 3.5%, impulsado principalmente por la inversión privada y pública y el turismo en un ambiente de seguridad y certidumbre para la población y las empresas, así como la recuperación de la demanda externa, que favorecerá a las exportaciones.

Se espera que este año se registre una inflación que oscile entre 0.5% y 1.0% debido a factores como el comportamiento del precio internacional del petróleo y sus derivados, la continuidad de proyectos de diversificación de la matriz energética impulsados por recursos renovables, lo que permitirá mantener bajos los precios de la electricidad, así como una moderada disminución en los precios de los alimentos.