Esto permite a los delincuentes utilizarlas para realizar pagos, robando efectivamente el dinero del titular de la tarjeta o endeudándolo.

La clonación de tarjetas ha sido históricamente uno de los tipos de fraude relacionados con las tarjetas más comunes en todo el mundo, por el que se pierden US$28,650 millones al año en todo el mundo.

Es prácticamente fácil clonar una tarjeta, solo se necesita que el ladrón tenga acceso a una tarjeta regular ya sea de crédito o débito y la pasa por el skimmer que es un aparato que copia y transfiere los datos capturados de la tarjeta para transferirlo a la banda magnética de una tarjeta falsificada, que podría ser una tarjeta robada.

Evitar este tipo de robos conlleva una serie de hábitos que los usuarios de tarjetas deben de poner en práctica, primeramente, No se debe de perder de vista la tarjeta bajo ningún concepto. Se han conocido casos de tarjetas clonadas no solo en dispensadores de dinero, sino también en locales comerciales, restaurantes e incluso farmacias.

Si se retira dinero de un banco, guarde los comprobantes y revise los saldos periódicamente, también es preferible que use tarjetas con crédito limitado para compras por Internet ya que facilitará el monitoreo de sus compras en línea.

La clonación de tarjetas sigue activa todos los días, es por ello que el cuido de las mismas depende de sus propios dueños para así evitar perder dinero que ha costado conseguir.