En el caso de El Salvador tiene la segunda tasa más alta de hogares con acceso a electricidad en Centroamérica, según un informe publicado por el Banco Mundial junto a varias organizaciones internacionales, entre ellas de Salud, Energías Renovables y la ONU. Sin embargo, continúa creciendo a un paso muy lento junto al resto del mundo.
Existe una grave brecha en el acceso mundial a la electricidad entre las zonas urbanas y rurales. En 2021, 675 millones de personas no tenían acceso a electricidad en todo el mundo. Alrededor del 80% de ellas vivía en zonas rurales.
Una manera de visualizar el acceso a la electricidad es mediante las luces nocturnas captadas por imágenes satelitales. Esto puede ser una herramienta complementaria útil para subsanar la falta de datos de encuestas de hogares, la fuente habitual para medir el acceso a la electricidad, que se recopilan cada cierto tiempo.
En los casos en los que no se puedan llevar a cabo encuestas, como zonas de conflicto, las luces nocturnas resultan muy útiles para obtener datos aproximados del consumo de electricidad en un área específica. Cabe mencionar que las luces nocturnas incluyen principalmente el alumbrado de las calles o público y probablemente no consideran los hogares rurales que acceden a la electricidad a través de tecnologías sin conexión a la red eléctrica.
A pesar de su numerosa población, una región se destaca por tener la menor cantidad de luces visibles durante la noche: África subsahariana. Las luces nocturnas pueden servir para visualizar la situación actual de la electrificación en esta región.