La institución en sus pasados reportes colocó la inflación del país en índices similares a las demás naciones centroamericanas, en 2022 fue de 7.3 puntos, en 2023 fue de 1.2 puntos y para 2024 y 2025 prevé 1.7 puntos.
El FMI proyecta que la tasa de inflación global disminuirá del 6.8 % en 2023 al 5.9 % en 2024 y al 4.5 % en 2025. Sin embargo, existe preocupación por un posible aumento de precios debido a tensiones geopolíticas, conflictos regionales como en Ucrania y Gaza, escasez de mano de obra en algunos países y altas tasas de interés que podrían desacelerar la economía global más de lo esperado.
La mejora en los niveles de vida en países de ingreso medio y bajo se ha estancado, lo que mantiene las disparidades a nivel mundial.
Las perspectivas a mediano plazo se ven afectadas por el menor crecimiento del PIB per cápita debido a obstáculos estructurales persistentes que dificultan la atracción de capital y mano de obra hacia sectores productivos.
El FMI sugiere que una política fiscal más flexible de lo esperado podría impulsar el crecimiento económico a corto plazo, pero advierte que un ajuste posterior podría tener costos más altos.
Se espera que la inflación disminuya más rápidamente si los bancos centrales aceleran la flexibilización de las tasas de interés, se aprovecha la inteligencia artificial de manera adecuada y se implementan reformas estructurales profundas para aumentar la productividad.
Existen indicadores tanto positivos como negativos que podrían influir en el crecimiento económico y la inflación.