1. Fijar un presupuesto
Aunque puede parecer una obviedad, antes de entusiasmarse con cualquier destino, se debe saber con cuánto dinero se dispone para gastar en el viaje. Es necesario fijar la cantidad total que se está dispuesto a gastar, para no sobrepasar ese límite al usar tarjetas de crédito y, así, no dañar las finanzas personales.
Teniendo en claro el monto, la selección se acotará a las opciones que están dentro del presupuesto. Es buena idea segmentar la cantidad en distintos rubros, como: transporte, hospedaje, alimentación, souvenirs, diversión, gastos generales, entre otros.
2. Definir el propósito del viaje
Las personas tienen gustos diversos y por ello también distintas expectativas sobre los viajes. Algunos quieren pasársela de fiesta, a otros les importa mucho conocer la cultura o gastronomía del lugar y otros solo quieren descansar. Definir el plan del viaje permitirá elegir mejor el destino.
3. Informarse
Muchos sitios turísticos nacionales e internacionales gozan de fama y por eso se sabe qué espera al visitarlos. Sin embargo, investigar sobre el lugar siempre será lo mejor, dado que entre más información mejor será la elección. Informarse también permitirá saber si el destino está dentro del presupuesto.
Se trata de investigar algunos datos relevantes del destino, desde su clima, lugares de interés, sitios históricos, actividades, infraestructura turística, entre otros. También es importante leer comentarios de otros viajeros, aunque hay que tener en cuenta que cada persona hablará según la experiencia que hayan tenido.