Con la estrategia adecuada y un enfoque innovador, es posible convertir una idea en un negocio rentable incluso con un presupuesto modesto.
1. Elige una actividad con la que te sientas comprometido: piensa en cuáles son los valores, la misión y la visión de tu proyecto y elige una causa que sea relevante para ti.
2. Emprende con planes, no ideas: Si tu objetivo es invertir en un negocio, lo mejor es que comprendas todos los aspectos relevantes al mercado, que puedas ofrecer un producto de interés al público y que conozcas a la perfección tus números.
3. Prioriza la creación de un plan de negocios sólido: Este plan deberá estar estructurado en pasos a seguir y contar con un cronograma detallado de las etapas de crecimiento de tu negocio
4. Piensa en las personas y no solo en el dinero: Y si bien esto es cierto, no solo se trata de ganar dinero, sino de promover la satisfacción del cliente. Si apenas vas comenzando y tu capital de inversión no es muy alto, será difícil que irrumpas en el sector con un producto que puedas vender en grandes volúmenes o a altos precios.
5. Busca programas de apoyo a emprendedores: Otra buena opción para comenzar un negocio con pocos recursos es acercarte a los programas de apoyo a emprendedores que ofrecen instituciones bancarias y oficinas gubernamentales.