En el peor de los casos, la desorganización puede hacer que se falte a las obligaciones tributarias y por consecuencia se obtendrán sanciones penales o administrativas que no le harán bien a al negocio, por tanto, es bueno seguir las siguientes recomendaciones
- Evitar la desorganización en los documentos guardándola en cientos de archivos de Excel y documentos de texto en la computadora, pone en riesgo la contabilidad además de que hace más difícil clasificar por fecha y categoría de los datos.
Hay que reducir, asimismo la práctica de guardar la información en papel ya que siempre hay probabilidades de cometer errores durante la transcripción de físico a digital. Es recomendable que se use una plataforma basada en la nube donde se pueda crear, cargar y gestionar documentos fiscales ilimitadamente.
- No hacer una recopilación tardía de la información, porque puede conducir a multas y pérdidas de tiempo innecesarias. Para evitarlo hay que incorporar herramientas como un calendario de proyecciones de impuestos y asegurarse de tener en orden y registro claro de los gastos de la empresa, en especial aquellos que son deducibles.
- Detectar porque siempre hay falta de liquidez ya que es una señal de mala gestión contable lo que podría derivar en dificultades para pagar la nómina, adquirir materias primas o realizar inversiones orientadas al crecimiento del negocio.
Esto ocurre, principalmente, porque no se mantiene un orden de las deudas por cobrar, cuentas impagas, ingresos o egresos de dinero, lo que se traduce en un flujo de capital deficiente.