2. Lleva un presupuesto
Llevar un registro de tus gastos te hará más ordenado (recuerda que, sin desorden no hay pérdidas). Además, es la única manera de conocer tus gastos reales y dimensionarlos anualmente. A lo mejor no te has dado cuenta que gastas demasiado en restaurantes y que, en cambio, no le dedicas lo suficiente a educación.
3. Invierte en ti
Tú eres tu principal activo, haces que las cosas sucedan en tu vida. Necesitas estar bien de salud y también necesitas aprender cosas nuevas, capacitarte constantemente. El dinero dedicado a tu salud y a tu educación no lo veas como un gasto porque en realidad es una inversión.
4. Compra cosas de calidad
No caigas en la tentación del fast food y el fast fashion. Recuerda que lo barato sale caro y, además, cuando compras cosas más caras te lo piensas más y es más seguro que solo compres aquello que realmente necesitas.
5. Evita las deudas innecesarias
Esto se refiere sobre todo a los gastos con tarjeta de crédito. Mucha gente se hace la falsa ilusión de que puede comprar cosas que a fin de mes no puede pagar.