Si alguna vez ha tenido algun accidente o tu carro se descompuso, sabrás que a veces estos gastos afectan seriamente tu presupuesto y la mayoría de las veces se recurre a la tarjeta de crédito para solventarlos.
Tener libertad financiera. Muchas veces recurres a cualquier crédito porque tienes la necesidad de enfrentar ciertos gastos que se salieron de tu presupuesto.
En cambio, si cuentas con ahorros, puedes usar el crédito de manera mucho más inteligente para cumplir algunas metas de largo plazo o para adquirir bienes duraderos.
Poder financiar algunos gastos importantes. Tener dinero ahorrado te ayudará a pagar eventos como vacaciones, el regreso a clases o una boda, y lo hará todo mucho más fácil.
Te permitirá elegir aquellas cosas que realmente quieres y no para las que te alcanza, o bien, evitará que caigas en deudas por pagar lo que te gustaría tener, por ejemplo, ese nuevo televisor.
Hacer que tu dinero crezca. Una vez que tienes una cantidad considerable de ahorros, puedes poner ese dinero a producir más a través de inversiones.
Hay varias formas de hacerlo, desde fondos de inversiones, cuentas de ahorro que generan intereses o poner un negocio. El objetivo es que siga creciendo y cada vez cuentes con mayor estabilidad económica.