Los últimos datos económicos fueron más fuertes de lo esperado, lo que sugiere que el nivel final de las tasas de interés podría ser más alto de lo previsto. Si la totalidad de los datos indicaran que se justifica un endurecimiento más rápido, estaríamos preparados para aumentar el ritmo de las alzas.
Los funcionarios de la Fed buscan enfriar los datos de inflación sin desencadenar una recesión que aumente el desempleo.
Los demócratas del Senado se han mostrado cautelosos del rápido aumento de las tasas de interés, por lo que es probable que algunos aumenten la presión sobre el jefe de la Fed para que dé marcha atrás, mientras que los republicanos culpan al presidente Joe Biden por sobreestimular la economía y han instado a Powell a continuar la lucha contra la inflación.
La Fed comenzó una agresiva campaña para elevar su tasa de interés de referencia hace un año, pasando ahora a un rango de 4.5 a 4.75 por ciento. Aun así, la economía estadounidense ha mostrado una capacidad de recuperación notable.
Las nóminas aumentaron en más de 1 millón de empleos en los tres meses que terminaron en enero, dijo el Departamento del Trabajo, al tiempo que los últimos datos de consumo e inflación apuntan a la persistencia de las presiones sobre los precios.