Viernes, 19 Abril 2024 21:33

FMI: la estabilidad financiera mundial

Escrito por Karla Gutiérrez

Los riesgos a corto plazo para la estabilidad financiera mundial han disminuido ahora que la desinflación entra en su último tramo, pero las vulnerabilidades a mediano plazo están aumentando.

En los últimos meses ha cundido en los mercados financieros un clima de optimismo, puesto que los inversionistas confían en que la lucha contra la inflación esté entrando en su "último tramo" y en que los bancos centrales relajen su política monetaria en los próximos meses.

Las bolsas de todo el mundo han registrado subidas sustanciales este año. Los diferenciales de la deuda empresarial y soberana se han reducido. Además, las monedas y los flujos de capital de los principales mercados emergentes han seguido mostrándose resilientes, y varios mercados preemergentes han recuperado el acceso a los mercados de financiamiento internacionales.

Sin embargo, es probable que en este último tramo del camino haya algunos baches, como explicamos en nuestro último Informe sobre la estabilidad financiera mundial (informe GFSR). Las tensiones geopolíticas podrían intensificarse y pesar en la actitud de los inversionistas. En el sector inmobiliario comercial se han agudizado las tensiones, lo que podría incrementar la presión sobre algunos prestamistas.

Los mercados financieros chinos han seguido lastrados por los problemas que está atravesando el sector inmobiliario de ese país. Más allá de estas preocupaciones más inmediatas, las vulnerabilidades de la deuda continúan aumentando: en muchos países, tanto el sector público como el privado están acumulando un abultado endeudamiento, a pesar de que las tasas de interés siguen altas y es probable que el crecimiento económico no se acelere, según las proyecciones de Perspectivas de la economía mundial.

Tomando algo de distancia, se observa que recientemente han aparecido indicios de que la desinflación podría haberse estancado en algunos países, y de que la inflación subyacente puede ser persistente en determinados sectores. En algunos casos, la inflación subyacente ha superado los pronósticos de los analistas en varios meses consecutivos. Datos por encima de lo esperado podrían poner en entredicho el relato sobre el último tramo y el consiguiente optimismo de los inversionistas, lo que podría ocasionar una redeterminación de los precios de los activos y un aumento de la volatilidad. 

Compromiso con la desinflación

El estancamiento de la desinflación puede ser una sorpresa para los inversionistas, cada vez más convencidos de que la batalla contra la inflación ya está ganada y de que las tasas de interés volverán a niveles bajos.

En las economías que todavía experimentan una inflación persistente por encima de la meta, los bancos centrales deberían evitar relajar de manera prematura su política monetaria para no tener que dar marcha atrás más adelante.

Asimismo, deben tratar de frenar las expectativas excesivamente optimistas de los inversionistas en cuanto a la relajación de la política monetaria, que han causado cierta euforia en los mercados financieros. Por supuesto, cuando la marcha de la inflación permita considerar que avanza de manera sostenible hacia su meta, los bancos centrales deberían adoptar gradualmente una orientación menos restrictiva en su política monetaria.