Fomenta el hábito del ahorro. Una de las primeras cosas que se puede enseñar a los niños y niñas sobre educación financiera es el hábito del ahorro.
Se puede empezar como algo tan simple como regalarles una hucha. Para que aprendan a ahorrar, ayúdales a fijar un objetivo del ahorro (por ejemplo, comprarse un libro que les guste) y elaborar un plan de ahorro para lograr ese objetivo. De esta forma les motivarás y el esfuerzo de ahorrar tendrá un sentido para ellos. Aprenderán a ser responsables y a pensar en el futuro.
Dales una paga a tus hijos e hijas para que aprendan a administrarla.
Una forma de que los niños y niñas aprendan a ahorrar es darles una paga fija semanal, por ejemplo. Con la paga el niño o niña aprenderá que el dinero es limitado, que debe priorizar y no se puede comprar todo lo que quiera y que ahorrar requiere un esfuerzo.
Enséñales qué es el dinero.
Es fundamental que los niños y niñas desde pequeños conozcan el valor del dinero, que se consigue trabajando y que se debe destinar a pagar cosas importantes como la comida o el colegio. Además, es fundamental que aprendan los cuatro elementos esenciales que hemos detallado anteriormente: gastos, ingresos, ahorro e inversión.
Explícales la diferencia entre los gastos necesarios y los que no lo son. Los niños y niñas son como esponjas a la hora de aprender por lo que deberás servirles de ejemplo para entender la diferencia entre los gastos que son necesarios como los destinados a la comida, a la casa, a la escuela o la ropa, y los gastos que no son necesarios como los destinados a caprichos.
Enséñales a comprar de forma inteligente. Otro aspecto que les puedes enseñar a tus hijos e hijas es a comprar de forma inteligente y a ser consumidores responsables.
Por ejemplo, les puedes ayudar a entender que es importante comparar precios entre un lugar y otro para poder ahorrar o que no se deben creer toda la publicidad, sino que deben analizar cada producto con detenimiento.
Ayúdales a formarse en educación financiera con aplicaciones.