En una hoja anota en una columna todos los gastos fijos que tengas en el mes y que sean imprescindibles como pagar la renta, algún préstamo o colegiaturas.
En otra columna anota todos los gastos variables, que también sean necesarios, como la comida, el transporte o el pago de servicios.
Por último, en otra columna apunta los gastos que no son necesarios, como la comida en restaurantes, las salidas al cine o la visita a la cafetería.
2-Analiza tu presupuesto mensual
¿Sabes cuáles son tus objetivos? Si lo que quieres es tener más dinero cada mes, lo que debes hacer es recortar los gastos innecesarios y tratar de reducir los necesarios, al menos hasta que puedas obtener más ingresos o termines de pagar algún préstamo y dispongas de más efectivo.
En cambio, si lo que buscas es ahorrar un poco más, puede ser que solo requieras ajustar algunos de los gastos variables. Cambiar algunas salidas por actividades en casa o tratar de ahorrar en el consumo de servicios.
3-Establece prioridades en los gastos mensuales
Al conocer tus gastos mensuales, también sabrás a qué le vas a dar prioridad. ¿Realmente necesitas el plan más caro para tu teléfono celular o puedes tener uno menor? ¿Puedes tratar de levantarte más temprano para evitar el pago por tomar taxi casi a diario?