La adhesión permitirá el estudio de mercados internacionales y hábitos de consumo de azúcar, por lo que era importante ratificar algunos cambios a las enmiendas previstas en dicho convenio, donde se modifican alrededor de seis artículos de la legislatura actual para adoptar los internacionales previstos por la Organización Internacional del Azúcar (OIA). 

Esta iniciativa permitirá que los países considerados como mayores productores de azúcar en el mundo tengan un mayor peso en la estructura administrativa y financiera de la OIA, la cual permitirá determinar las contribuciones, la inclusión de bioenergía, la producción de bioetanol, por medio de cosechas azucareras. El nombramiento del director ejecutivo se realizaría por un periodo máximo de cuatro años.

En El Salvador, la agroindustria azucarera le genera al país alrededor de 180 mil empleos directos e indirectos. Además, de aportar un 2.90% al Producto Interno Bruto (PIB) de El Salvador.  

Otro de los beneficios de la adhesión es contar con los resultados de proyectos para aumentar la productividad y diversificación de sectores azucareros de los países miembros. En el caso de El Salvador es necesario conocer las barreras arancelarias y no arancelarias presentes en el comercio global del azúcar y así poder implementar medidas de protección para la producción y el consumo de dicho producto.  

La OIA es el único organismo intergubernamental dedicado a mejorar las condiciones en el mercado mundial del azúcar a través del debate, análisis, estudios especiales, estadísticas transparentes, seminarios, conferencias y talleres.

En la actualidad cuenta con 81 estados miembro que representan a nivel mundial el 82% de la producción, el 64% del consumo, el 89% de las exportaciones y el 34% de las importaciones de azúcar.