El maíz fue el cultivo con mayor afectación ya que en la proyección de producción se esperaba generar aproximadamente 15 millones de quintales, pero solo se generaron un poco más de 12 millones, para un consumo anual de 18 millones de quintales, el grano tuvo un déficit alrededor de los 6 millones de quintales, generando una pérdida de US$59 millones 960 mil 441.

El frijol tuvo una proyección de producción estimada de 2 millones 150 mil 430 quintales, obteniendo solamente 1 millones 848 mil 280, para un consumo anual de 2 millones 400 mil de quintales necesarios, se tuvo un déficit de 551,720 quintales, generando pérdidas en el frijol de US$22 millones 697 mil 132.

El fenómeno del niño ocasionó un fuerte periodo de sequía, la tormenta tropical Pilar y la baja en la productividad no permitieron que los sectores de pequeños y medianos productores agropecuarios pudieran ver la temporada como una ventana de oportunidades para revalorizar la agricultura, la ganadería, la pesca y el medio rural.

La problemática agroalimentaria que amenaza a todos los países a nivel mundial, y principalmente aquellos países dependientes de las importaciones de alimentos, como es el caso de El Salvador; son algunos de los factores que ponen en riesgo la soberanía y seguridad alimentaria de la población.

A pesar de lo antes mencionado la actividad agropecuaria, todavía representa uno de los sectores principales en cuanto a la generación de empleos en El Salvador y estas pérdidas representan un gran porcentaje negativo en el pasado ciclo agrícola.