De enero a septiembre, las remesas familiares hacia los tres países sumaron US$25.494,1 millones, alcanzando una tasa de crecimiento del 16,5%, y US$3.616,6 millones más que las cifras a septiembre del año pasado.
Así, avanzaron al segundo mayor ritmo de toda la década, solo superado por el aumento del 34,2% del período enero-septiembre de 2021, cuando los flujos acumularon US$21.877,5 millones, estimó Bloomberg Línea que a partir de datos de los bancos centrales y de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (SECMCA).
Tan solo en septiembre el Triángulo Norte recibió US$2.958,2 millones en remesas: Guatemala, US$1.597,2 millones; Honduras, US$737,4 millones y El Salvador, US$623,6 millones.
Central American Business Intelligence (CABI) apuntó que los flujos terminarán subiendo entre el 18% y 20% en Guatemala, para cerrar en torno a los US$18.000 millones a diciembre de 2022.
El Triángulo Norte percibió el 90,3% de las remesas con destino a Centroamérica en 2021. En total, la región -incluyendo a Panamá ingresó por ese concepto US$33.401,29 millones.
Con ese multimillonario tamaño, si las remesas fueran un país serían la cuarta economía de la región. Estarían por detrás de Guatemala, Costa Rica y Panamá, y adelante de El Salvador, Honduras y Nicaragua.