1-Controla sus gastos: En otras ocasiones ya os hemos mencionado los gastos hormiga, que son aquellas pequeñas compras que van sumando y acaban siendo un gran gasto a final de mes: una suscripción mensual a una plataforma de streaming que no utilizas, el café de máquina diario, y especialmente aquellos más superfluos y que parecen insignificantes cuando los realizamos pero que van sumando a final de mes.
2-Domicilia tus facturas: Configurar el pago automático de tus facturas te ayudará a evitar los recargos por la demora del pago, así podrás olvidarte de hacer el proceso de pago de manera manual y te asegurarás de que no se te pasa el plazo. Otra ventaja del pronto pago de tus facturas, gracias a la domiciliación, será la mejora de tu puntuación crediticia, que te permitirá solicitar productos financieros con mayor facilidad.
4-Asegura todo lo necesario: Ahorrar en tu póliza de hogar o vehículo puede implicar gastos mayores en caso de avería. Puedes regular las franquicias y las coberturas que tienes contratadas según tus posibilidades y necesidades, para evitar los denominados gastos vampiro, que podrían extinguir tus ahorros en cuestión de unas horas.
5-Destina una parte de tu salario al ahorro: Tras hacer cálculos de tus gastos mensuales fijos y teniendo en cuenta los gastos extra o variables como ir al cine o salir a cenar, decide qué porcentaje de tu salario puedes separar para ahorrar en una cuenta bancaria aparte. Puedes programar una transferencia automática mensual y así te aseguras de que no gastarás ese fondo en otras cuestiones.