En términos del correcto operar de las instalaciones, la seguridad nacional y de la mano de obra, saltan a la palestra los riesgos tecnológicos, especialmente los relacionados con ciberataques; los desastres naturales que se vuelven cada vez menos predecibles producto del cambio climático; y los robos y secuestros de bienes.

Riesgos tecnológicos: Para las empresas no contar con personal cualificado para manejar las nuevas tecnologías implica desafíos y si bien, el paso de las actividades portuarias a la digitalización ha optimizado las operaciones, la exposición a nuevas amenazas del entorno informático, como la vulnerabilidad a los ciberataques, preocupan también a los gobiernos latinoamericano que están impulsando estrategias nacionales respecto a la formación en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

Esta debilidad, hace que las entidades multinacionales queden expuestas a perder millones, como ha sido el caso de Maersk que en los últimos años ha sido víctima de ciberataques afectando su funcionamiento en los puertos que opera.

Además, es importante señalar que la información crítica que se alberga en los puertos y la cantidad de datos que disponen los dispositivos digitales de las instalaciones contienen información sensible para la seguridad nacional de los países.

Según datos de la CEPAL, desde el año 2016 los ciberataques han aumentado en un 175%. La tendencia indica que este tipo de acciones tendrá un crecimiento exponencial en los próximos años, y casos como el ransomware será cada vez más común.