1. Elabore un plan de negocios rentable, expandible y defendible
Esto quiere decir que tu modelo debe sugerir un margen de ganancias amplio y debe tener proyecciones de expansión a futuro. Además, debes tener perfectamente claro cómo funcionará la empresa desde lo operativo hasta lo administrativo para poder defender tu idea y hacerla lucir atractiva.
2. Piense en algo disruptivo
Las empresas que tienen éxito suelen ser aquellas que se adaptan a las necesidades de una comunidad y les dan un giro interesante. No se trata de pensar en conceptos nunca antes vistos; sino en considerar lo que hace falta en tu colonia o en el lugar en el que quieras fundar tu negocio y proponer un modelo que satisfaga esta carencia de oferta.
Por ejemplo, si en 2 km a la redonda no hay ninguna papelería, podrías pensar en abrir una y, con el argumento de ser la única en la zona, atraer a algún inversionista.
3. Forme un equipo de trabajo sólido: Si tanto tú como tu equipo tienen claro el concepto y el modelo de negocios que quieren perseguir, el proyecto lucirá mucho más tentador. Un arma poderosa para conseguir capital semilla es mantener un grupo enfocado y comprometido con el proyecto.