1-Haz un seguimiento de tus finanzas personales durante 30 días (incluye todos tus ingresos y gastos).
2-Coteja tus ingresos mensuales con tus gastos mensuales para evaluar cuánto estás logrando ahorrar o cuánto estás gastando de más cada mes.
3-Divide tus gastos en fijos y variables. Tus gastos fijos son los que suelen ser difíciles de ajustar, como, por ejemplo, la renta del alquiler y las facturas de consumos. Tus gastos variables son los más fáciles de ajustar, como, por ejemplo, la compra en el supermercado, el ocio y las suscripciones a servicios.
4-Identifica aquellos gastos variables en los que puedes recortar, es decir, los gastos innecesarios, para aumentar la cantidad de dinero que ahorras todos los meses.
5-Evalúa tu progreso con regularidad y haz ajustes en caso necesario. Si esto te parece abrumador, hay un montón de apps de administración financiera que pueden ayudarte a ceñirte a tu presupuesto.