Por el lado de la demanda, sectores como los equipos médicos y los productos farmacéuticos experimentaron un crecimiento explosivo y luego volvieron a la situación anterior. El 4Q22 y el 1Q y 2Q de 2023 siguen sintiendo los efectos de esta volatilidad. El sector ha entrado claramente en una nueva fase caracterizada por un aumento constante de la oferta y una demanda débil, señala un informe de Ti.

Equilibrio entre oferta y demanda 

Un factor que complica la situación es la introducción en el mercado del transporte de mercancías en bodegas (belly-freight). En regiones como el sudeste asiático, el exceso de oferta de carga en bodega ha sido bastante elevado en el pasado y, combinado con la marcada fortaleza de los volúmenes de pasajeros en la región, puede actuar para contrarrestar la fortaleza de la demanda de carga aérea, dando lugar a tarifas más bajas a corto plazo de lo que podría ser el caso. 

El equilibrio entre la oferta y la demanda es quizá más débil en las rutas Asia-Europa, ya que tanto la mayoría de los mercados europeos como China experimentan una demanda débil tanto en el tráfico de carga como, en menor medida, en el de pasajeros. Las aerolíneas han hecho gala de cierta disciplina a corto plazo en cuanto a la velocidad de reintroducción de la capacidad de pasajeros, por lo que la disponibilidad de carga en bodega podría no ser tan alta como cabría esperar. Sin embargo, esto no provocará un aumento de los precios, sino más bien una ralentización de su caída. 

Según algunos informes, los mercados africanos y, en menor medida, los sudamericanos, han mostrado menos debilidad en las tarifas. Sin embargo, esto podría tener más que ver con la naturaleza de la oferta de capacidad en el mercado. Por el contrario, es probable que Oriente Medio experimente una marcada debilidad a pesar de la fuerte demanda interna, debido sobre todo a la gran disponibilidad de carga de los transportistas del Golfo. 

Precios cada vez más débiles 

La consecuencia evidente es que las tarifas a corto plazo en los próximos dos trimestres serán débiles y cada vez más débiles. Parece que hay pocas razones, si es que hay alguna, para que no lo sean. Hasta el cuarto cuatrimestre de 2023 y en 2024, el mercado puede ser algo incierto, pero sigue habiendo pocas razones para que los valores de los fletes suban de forma apreciable. De hecho, existe la posibilidad de que las condiciones monetarias y financieras en general se deterioren en EE.UU., llevando al mayor mercado de consumo a la recesión. Obviamente, esto deprimiría aún más las tarifas, con el único elemento de apoyo a los precios que puede moderar la disponibilidad de fletes.