El acto de lanzamiento fue presidido por el ministro de Educación, Mauricio Pineda; el director de USAID El Salvador, Chris Cushing; la directora País de Save the Children, Rocío Rodríguez, y la directora del Complejo Educativo Cantón El Zunzal, Claudia Escalante.
Con una inversión total de $34.5 millones de dólares ($30 millones de dólares de USAID y $4.5 millones de dólares de Save the Children), el proyecto aumentará la retención escolar al utilizar datos de las ciencias de la conducta, fortalecer a los administradores y docentes de las escuelas y apoyar a la comunidad educativa.
El Proyecto Aprendo para brillar se desarrollará durante el período 2023-2028 y atenderá a 500 escuelas públicas en los 14 departamentos de El Salvador. El objetivo es aumentar las tasas de retención, transición y finalización de educación básica de 150,000 niñas, niños y adolescentes. Se espera el proyecto contribuya al aprendizaje fundamental y socioemocional del alumnado, la cohesión social y el sentido de pertenencia escolar; de este modo, se contrarrestan barreras importantes que conducen a la tasa de abandono escolar y la migración irregular.
El proyecto será implementado por Save the Children junto a la Fundación Empresarial para el Desarrollo Educativo (FEPADE), la Fundación Pro-Educación de El Salvador (FUNPRES) y la Universidad Don Bosco.
“Este proyecto representa un apoyo continuo del Gobierno de Estados Unidos en beneficio del desarrollo y del éxito académico de los estudiantes del sistema público en El Salvador. Nuestro objetivo es que los salvadoreños accedan a oportunidades económicas y sean más prósperos”, dijo Chris Cushing.
La iniciativa plantea cuatro ejes: primero, fortalecer el Sistema de Alerta Temprana para identificar a estudiantes con necesidades específicas y proporcionar un apoyo adecuado; segundo, aplicar planes de prevención de abandono escolar centrados en la niñez y la adolescencia para aumentar su rendimiento académico y la confianza en sus capacidades y desarrollar actividades para atraer y retener estudiantes que están fuera del sistema educativo.
En tercer lugar, promocionar el desarrollo juvenil positivo para aumentar el atractivo de la educación, la asistencia y el aprendizaje. Y, finalmente, desarrollar un proceso de prevención e intervención escalable e integral, diseñado para estudiantes en riesgo de abandonar la educación básica.
“Este proyecto se apoyará en la investigación para intervenir con base en la evidencia y que los conocimientos construidos a partir de Aprendo para Brillar se apliquen, aún culminado el proyecto, en las acciones de cada centro educativo y la comunidad”, expresó Rocío Rodríguez.