Sin embargo, esto no es tarea fácil. Los datos revelan que el 90% de las startups fracasan, 21,5 % en el primer año, el 30 % al segundo año, 50 % al quinto año y el 70 % al décimo año. A pesar de estos datos, los emprendedores cada día aumentan más y más.
Aunque muchas personas consideran que encontrar una idea de negocio es algo secundario y que lo principal siempre será su ejecución, comenzar con una idea sólida es clave para que el proyecto tenga éxito y llegue a tener un buen nivel de aceptación.
Las buenas ideas de negocio suelen aparecer tras un análisis del mercado, donde le gustaría desarrollar su marca; sin embargo, en muchos casos las ideas atractivas surgen simplemente observando atentamente alrededor y relacionando el conocimiento, las ventajas competitivas y la situación personal con el perfil del negocio.
Es importante recordar que no hay una receta infalible para el éxito que se aplique a todas las empresas, porque gran parte de emprender un negocio gira en torno a crear el propio camino y hacer lo que nadie ha hecho.
El dinero es importante, todos los emprendedores corren riesgos financieros, y es muy común que usen fondos personales para impulsar el crecimiento de sus empresas. Deben operar confiados en que serán capaces de acceder a capital externo si es necesario como: fuentes de financiación o inversionistas.
Emprender es un proceso de aprendizaje y al mismo tiempo, un camino de descubrimiento. No se tiene que saber todo para animarse a dar el primer paso, y cuando se empieza a crear su propia empresa, casi todo se aprende haciendo.