En primer lugar, se debe de tener en cuenta las enfermedades que tienen las personas en el hogar, esto es el primer condicionante que se debe de tener en cuenta antes de empezar a hacer listas de compras o verificar los precios de las verduras o frutas.
Ya controlado los padecimientos de los habitantes del hogar, es necesario tener en mente las recetas diarias que se prepararan. Las mejores opciones son platos simples, que no requieran de condimentos caros o de frutas de exportación limitada, lo mejor es preferir productos nacionales junto a verduras de fácil acceso en los mercados.
Lo siguiente es hacer una lista de alimentos no perecederos, como el maíz, harinas o alimentos conservados. Es importante reducir los viajes a los lugares de compras, esto permitirá ahorrar tiempo que se podrá aprovechar en otras actividades y combustible o dinero en transporte que tal vez se necesite después.
En los mercados es necesario estar informado sobre lo que se va a comprar, debido a la variabilidad de los precios y la calidad de las marcas o productos. Existen alimentos que tienen formas de producción muy específica, lo que eleva su precio, pero si se investiga con paciencia, se pueden descubrir variantes de ese alimento más baratas.