1. Cambiar hábitos
Elabora un calendario exclusivo para cuestiones de dinero, donde incluyas tus gastos fijos y variables. Los fijos son aquellos son los imprescindibles, los que no puedes dejar de pagar. Ejemplo: la renta, transporte, comida, colegiatura, entre otros. Los gastos variables son aquellos de los cuales puedes prescindir. Ejemplo: una salida al cine o un restaurante.
2. Contrólate.
Es normal que cuando recibes dinero el impulso es comprar, pero pregúntate primero si lo necesitas.
3. Escoge un método de pago adecuado
Si sientes que abusas de la tarjeta de crédito es mejor que te pases al efectivo, y lo mismo si te ocurre al revés. Analiza las ventajas y desventajas de cada método y piensa en cuál te hará gastar menos.
4. Ve poco a poco con las deudas
No trates de deshacerte rápidamente de todas tus deudas, puedes empezar pagando las de menor cantidad así tendrás la confianza necesaria para enfrentarte al resto.
5. No te olvides del futuro
No pienses solamente en el ahora, es importante que procures siempre apartar un 20% de tu salario para emergencias y fondos para el futuro.