La IED es aquella que tiene como propósito crear un vínculo duradero con fines económicos y empresariales de largo plazo, por parte de un inversionista extranjero en el país receptor.
Los beneficios de la IED, se transmiten a toda la economía impulsando el comercio internacional, permitiendo el financiamiento de empresas, mejorando las oportunidades de empleo; también eleva la competitividad, a través una mayor tecnología y un mayor grado de productividad de todos los factores productivos.
Estos beneficios se ven reflejados para el consumidor doméstico en la obtención de más variedad productos a mejores precios.
En ese sentido, las estadísticas del BCR señalan que la inversión extranjera neta llegó a US$165.6 millones en el primer trimestre del 2022, que equivale a una reducción interanual del 5.8% frente a los resultados en el mismo ciclo del 2021. Hubo una baja de US$10.33 millones.
Douglas Rodríguez, presidente del BCR, informó la semana pasada que el principal socio de inversiones sigue siendo Estados Unidos, de donde procedieron US$80.4 millones de lo recibido en los primeros tres meses del año, una cifra que significó un aumento interanual del 66.2% frente a los US$48.3 millones del 2021.
España representó US$62.2 millones con un crecimiento interanual del 93.3%, y México se registraron US$49 millones.
El Banco Central registró que el sector de industrias manufactureras fue el principal tractor de la inversión extranjera con un flujo de hasta US$100.09 millones al primer trimestre. Así como comercio al por mayor y menor con capitales de US$65.26 millones, y la cadena de información y comunicaciones en US$55.50 millones.