Ya sea porque su condición económica cambió o porque se plantearon metas que no están acordes a sus posibilidades, mantener vivos los propósitos se vuelve más complicado durante la segunda mitad del año.
Por ello, este es un buen momento para hacer un análisis y determinar si aún puede retomar sus metas o incluso, replantearlas.
1. Analice si sus metas y finanzas son compatibles. Lo primero que debe hacer es revisar los objetivos que se fijó a inicios de año y estudiar cuáles de esas metas logró avanzar, cuáles no y analice si puede retomarlas con base a su situación económica actual.
2. Elija prioridades. Revise cuáles de esas metas requerirán más tiempo, priorice las que quiere y vea posible llevar a cabo en este tiempo, y sobre todo, aquellas que más lo motiven.
3. Defina plazos. Establezca cómo logrará cumplir con sus objetivos en una línea de tiempo y el presupuesto que necesitará para ello. De esta manera puede determinar los plazos convenientes y ver si necesita hacer modificaciones.
4. Sea flexible. El hecho de que este año ya desistió de algunas metas no significa que deba renunciar a ellas. Postérguelas y vuelva a proponérselas en otro momento.