El plan de mejoras además debe ser muy estructurado y se le debe dar seguimiento para evitar errores.
Realice ajustes, este paso consiste en tomar acción. Es importante trazar un plan que sea real y asegurarse de tener lineamientos que aseguren cumplirlo.
Una manera efectiva de hacerlo es priorizar donde hay más debilidad y partir de este punto en la estrategia de mejoras.
Es relevante recalcar que muchas veces este tipo de ajustes es mejor hacerlos en compañía de expertos ajenos a la empresa que tengan un punto de vista más objetivo.
Esté al pendiente de sus gastos: esto le permitirá saber si cada departamento de su empresa está haciendo uso efectivo del dinero y si se están siguiendo los procedimientos para hacer uso de dicho dinero.
Siempre toma en cuenta a sus clientes más rentables: una manera de mantener a flote las finanzas es tener presente cuáles son sus clientes más rentables y asegurarse de que están satisfechos con sus productos o servicios. Ofrézcales algún beneficio extra y asegúrese de que sigan utilizándolo.
Ahorre un porcentaje de sus ingresos. Destine una cantidad única de sus ingresos para algún ahorro y asegúrese que el mismo tenga propósito. No cuente con esa cantidad dentro de su presupuesto mensual.
Optimice sus cobros y pagos: Es necesario entender que una venta no está cerrada hasta que se ha hecho efectivo el pago y es necesario darles seguimiento a las facturas para asegurar un flujo de dinero concreto.
Mantenga sus cuentas definidas: Es recomendable no tener demasiadas cuentas a nombre de la empresa y las que estén deben tener propósitos y ser usadas acorde.