Defina una meta:

Establezca un propósito claro y conciso, póngale un nombre, ¿para qué quiere ahorrar? Si no define un objetivo es más probable que olvide destinar recursos a alcanzarlo.

Establezca un tiempo determinado para lograr su meta:

Puede ser de corto (2 a 6 meses), mediano (1 a 5 años) o largo plazo (5 años o más). Esto le permitirá realizar un plan e identificar los requerimientos económicos que podrá tener durante ese periodo de tiempo.

Separe su meta en acciones pequeñas:

Identifique todo lo que necesita para lograr su objetivo. De esta forma, puede ir avanzando poco a poco y alcanzar pequeñas metas más fácilmente.

Genere un presupuesto:

Identifique y planee todos los recursos económicos que necesitará. Así, podrás ver los gastos variables y hormiga que puede dejar de hacer y por cuánto tiempo. Por ejemplo, puede reducir sus salidas al cine, vacaciones, restaurantes, compra de ropa, etc. Recuerde pueden salir imprevistos, por eso es bueno tener en su presupuesto un rubro para gastos de emergencia.

Tome en cuenta que puede utilizar la totalidad de sus ingresos variable para alcanzar más rápido ese propósito. Por ejemplo, bonos, aguinaldos y primas vacacionales.

Apéguese a su presupuesto:

Esta es la etapa más difícil y requiere de mucha paciencia. Está a un paso de lograr su meta, muchas situaciones podrán distraerlo de lograrla, pero su compromiso y esfuerzo le ayudarán a no alejarse de sus objetivos.