El crecimiento en adelante está relacionado con la evolución de la economía de Estados Unidos en el 2023, ya que el 84.3% de las remesas que reciben estos países provienen de Estados Unidos.
El crecimiento observado de las remesas corresponde al proceso de recuperación económica y vuelta a la normalidad de la economía estadounidense, de donde proviene el 96,0% de las remesas que recibe este país.
En 2022 las personas migrantes enviaron a los países de América Latina y el Caribe US$142.325 millones. Ese año, y como efecto de la recuperación posterior a la pandemia respecto del bajo crecimiento del 2020, las remesas tuvieron el crecimiento más alto de los últimos 20 años. En 2022 observamos tasas de crecimiento aun elevadas, pero menores a las observadas un año antes.
De esta manera, las remesas recibidas por los países de América Latina y el Caribe (ALC), durante el 2022 mostraron un crecimiento del 11.6% respecto a los valores observados un año antes.
Este incremento es menos de la mitad de lo registrado en 2021 (25,9%), cayendo en la parte inferior de lo anticipado en nuestra publicación del junio pasado, pero superior al promedio de los últimos 10 años (8,4%). El crecimiento de las remesas en 2022 significó un influjo adicional de recursos de US$15.072 millones respecto del año anterior para las familias de la región.
Las remesas son fundamentales para millones de familias del mundo y una de las principales razones para la migración en América Latina y el Caribe. Por esta razón, la Unidad de Migración del BID ha venido haciendo el seguimiento de estos flujos.