“La Luz de las Niñas” pretende dar voz a las niñas y tiene como propósito visibilizar la desigualdad que ellas sufren, protegerlas frente a las violencias, así como favorecer procesos de construcción de estas desde el empoderamiento de las niñas y adolescentes de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Perú, países donde se implementa actualmente la campaña.

El pasado 22 de junio, inició en El Salvador la segunda etapa de la campaña “Nuestra Luz Brilla”. Las protagonistas son 10 niñas estudiantes de centros Educativos Fe y Alegría de los departamentos de San Salvador y San Miguel.

Las niñas participarán endiferentes talleres de estatuismo desarrollados en un periodo de tres meses, donde aprenderán a expresar sus emociones de forma artística, de la mano con Idalia Laínez, reconocida artista salvadoreña quien expone sus conocimientos y trabajo en las calles del Centro Histórico de San Salvador.

De acuerdo con Laínez, para incursionar en esta especialidad, se requiere de técnicas corporales, mucha disciplina, práctica y entrega. No es una tarea fácil, pero con esfuerzo confía que las niñas logren transmitir sus emociones por medio de esta técnica. Es necesario resaltar que el atuendo, los gestos y realizar movimientos leves son esenciales para lograr que las personas entiendan la historia que se pretende contar.

“Como Fe y Alegría, nos complace mucho participar en este tipo de campañas, en especial aquellas cuya finalidad es transformar y mejorar la vida de las personas. Son muchos retos los que las niñas alrededor del mundo deben enfrentar: violencia, discriminación, desigualdad de oportunidades, entre otros. Con esta iniciativa, se pretende que la luz de las niñas brille hacia su derecho a la educación, porque es uno de los derechos fundamentales que les ayudará a protegerse frente a la violencia y les dará la seguridad y fuerza necesaria para defender sus derechos”, indicó, Alejandro Calderón, Director General de Fe y Alegría El Salvador.

Así mismo, las niñas también participarán de otras actividades para obtener herramientas necesarias para su empoderamiento a través de estrategias formativas y pedagógicas.

La campaña será sostenida durante un año, con el objetivo de aportar a la transición de un modelo igualitario de sociedad, donde las personas, organizaciones, escuelas y comunidades tienen el deber de romper el silencio ante las distintas formas de violencia que sufren las niñas.