El saldo de la deuda al incluir las pensiones (por $3,659.2 millones) asciende a $15,784.2 millones, equivalentes al 58.9% del PIB, registrando un aumento de 2.2 puntos porcentuales del PIB, respecto al saldo de junio 2015.
Así las cosas en materia fiscal para el país, por lo que el ejecutivo busca una reforma de pensiones que sigue en la Comisión de Hacienda y Especial del Presupuesto de la Asamblea Legislativa y la aprobación de US$1,200 millones en títulos valores que tampoco avanza.
El nivel de endeudamiento, la falta de capacidad de las autoridades para detener la tendencia al alza de más deuda y el entrampamiento en un acuerdo político es lo que le valió a El Salvador que la calificadora de riesgo Moody's Investors Service le bajara la calificación de emisor y de deuda de El Salvador de Ba3 a B1 y colocó las calificaciones en revisión para una baja adicional.
Ante esto, el ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, en declaraciones vertidas en la rendición de cuentas dijo que el gran problema es la polarización que no permite llegar a acuerdos para sacar adelante al país.
Según explicó el ministro, Mooddys ya había advertido que si no llegaban a un acuerdo sobre pensiones y si no se aprueban la ley de responsabilidad fiscal iba a degradar a El Salvador.
A pesar de que aún no ha habido avances en acuerdos con la oposición, es decir el partido ARENA, Cáceres dijo que las reuniones que han tenido ya es un indicador positivo y aunque no quiso dar detalles de las negociaciones, dijo que la aprobación de los US$1,200 millones no es una opción, sino una obligación.