Estas alianzas deben de buscar que las instituciones de gobierno junto a los entes privados busquen objetivos en común, para beneficio de los niños y la sociedad. De igual forma, se espera que todos los actores estén siempre en constante evaluación, para poder descartar aquellas cosas que funcionan y las que no. 

El Banco describe también, la importancia de que estos convenios público-privados garanticen la autonomía de las instituciones en los ámbitos económicos, de recursos humanos y de los contenidos impartidos en las aulas. 

El organismo internacional recomienda que aunado a la autonomía, los centros educativos deben de rendir cuentas claras sobre su accionar. Así mismo, no se debe permitir que la posición económica de los padres condicione la educación de los demás; se debe de buscar una igualdad de oportunidades para todos. 

El flujo de información es igual de importante para todos los encargados de los menores, porque si no hay adultos informados sobre los servicios educativos disponibles en su país, estos no pueden tomar las mejores decisiones para sus hijos. 

Según el Banco Mundial, países como Liberia y Pakistán; aumentaron sus matrículas escolares, mejoraron la calificación de sus maestros y los alumnos obtuvieron paulatinamente calificaciones más altas, por su desempeño escolar, por lo que si se aplica de manera adecuada este modelo es probable que pueda mejorar la situación educativa de nuestro país.