En el Informe sobre el desarrollo mundial 2023: Migrantes, refugiados y sociedades se identifica esta tendencia como una oportunidad única para hacer que la migración ayude más a las economías y a las personas.
En las próximas décadas, la proporción de adultos en edad laboral disminuirá marcadamente en muchos países.
Más allá de este cambio demográfico, también están cambiando las fuerzas que impulsan la migración, lo que hace que los movimientos transfronterizos sean más diversos y complejos.
El número de refugiados casi se triplicó en la última década y el cambio climático amenaza con impulsar aún más las tendencias de migración.
Hasta ahora, la mayoría de los desplazamientos impulsados por el clima se observaban dentro de los países, pero alrededor del 40% de la población mundial 3,500 millones de personas vive en lugares sumamente expuestos a los impactos climáticos.
En el informe se subraya la urgencia de gestionar mejor la migración. El objetivo para los responsables de formular políticas debe ser fortalecer la correspondencia entre las habilidades de los migrantes y la demanda en las sociedades de destino, protegiendo al mismo tiempo a los refugiados y reduciendo la necesidad de desplazamientos desfavorables.
Los países de destino deben alentar la migración cuando las habilidades que aportan los migrantes sean muy requeridas, facilitar su inclusión y abordar los impactos sociales que generan inquietud en sus ciudadanos.