Uno de los factores que ha influido en gran parte por el aumento de las tasas de interés que llevará a un menor consumo y un debilitamiento de la inversión. No obstante, para el 2024 ya se prevé un repunte del crecimiento.
A corto plazo, las perspectivas económicas son sombrías e inciertas, aunque se prevé que el crecimiento mundial repunte moderadamente hasta el 2.7% en 2024.
Sin embargo, esto depende en gran medida del ritmo y la secuencia del endurecimiento monetario ocasionado por la subida de los tipos de interés, las consecuencias de la guerra en Ucrania y la posibilidad de que se produzcan nuevas interrupciones en la cadena de suministro.
El endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, unido a la fortaleza del dólar, exacerbó las vulnerabilidades fiscales y de deuda de los países en desarrollo.
El análisis reveló que más del 85% de los bancos centrales de todo el mundo endurecieron su política monetaria y subieron los tipos de interés en rápida sucesión desde finales de 2021, para controlar las presiones inflacionistas y evitar una recesión.
Se prevé que la inflación mundial, que alcanzó un máximo de varias décadas de alrededor del 9% en 2022, disminuya, pero se mantenga elevada en el 6.5% en 2023.
La ralentización del crecimiento, unida a la elevada inflación y a la creciente vulnerabilidad de la deuda, amenaza con hacer retroceder aún más los logros en materia de desarrollo sostenible conseguidos con tanto esfuerzo, advierte el informe.