El valor agregado generado en la producción aumentó en 14 de las 19 ramas de actividad económica, que representan el 74.1% del PIB del país. Entre los factores que contribuyeron a este resultado se encuentran: El mayor dinamismo del turismo interno y visitas del exterior, la flexibilización de requisitos sanitarios para ingresar al país, el retorno a las actividades presenciales en la mayoría de sectores productivos, mayor movilidad de la población por vía terrestre y aérea, el auge del comercio exterior y los esfuerzos del Gobierno en temas de seguridad pública.

Las actividades con mejor desempeño e incidencia en el crecimiento económico del primer trimestre de 2022 fueron: Transporte, con un crecimiento de 10.6%, Servicios administrativos y de apoyo (9.9%), Servicios del Gobierno (4.5%), Restaurantes y hoteles (11.6%), Salud (6.2%) y Electricidad (8.7%), las cuales aportaron en conjunto 1.8 puntos porcentuales del crecimiento global de 2.4%.

Asimismo, las actividades industriales y el comercio registraron tasas de crecimiento de alrededor del 1.0%, a pesar de los desafíos generados por las limitaciones en las cadenas de suministros, del incremento en el costo de las materias primas y fletes. El desempeño observado en estas actividades de gran importancia para la economía salvadoreña también propició la recuperación del empleo formal, incidiendo en los ingresos de los hogares y estimulando el consumo.

Por otra parte, el Producto Interno Bruto (PIB) desde el enfoque del gasto registró crecimiento en tres componentes de gran aporte a la dinámica económica: las exportaciones de bienes y servicios crecieron 10.9%, el consumo privado aumentó 4.1% y el consumo público, 3.1%.

En ese contexto, los esfuerzos realizados por el Gobierno Central relativos a la atención a los contagios de COVID-19, la entrega de medicamentos para el uso de la población, programas que contribuyen al esparcimiento, a garantizar la seguridad de los salvadoreños y a mermar los efectos de diferentes fenómenos del entorno internacional que limitan el crecimiento de la economía mundial (y de los cuales El Salvador no está exento), han contribuido para obtener un resultado positivo en lo que va del año.

Tomando en cuenta los elevados precios a nivel nacional e internacional y la desaceleración significativa de la economía mundial, la información disponible más reciente permite proyectar que el crecimiento de la economía salvadoreña en 2022 será de 2.6%; dicha tasa es superior al promedio observado en años previos al inicio de la pandemia e incluye los efectos positivos de factores internos que potencian el crecimiento, tales como el desarrollo de importantes inversiones privadas y públicas, la implementación de estrategias relacionadas con la promoción de El Salvador como destino turístico, políticas de seguridad pública y medidas contra la inflación que en suma, estimulan el gasto de los hogares y la inversión de las empresas.