Jueves, 23 Junio 2022 19:31

Banco Mundial y el IICA buscan acciones ante aumento de precio de alimentos y su producción

Escrito por Evelyn Alas

Ministros y viceministros de Agricultura de América Latina y el Caribe detallaron las políticas de emergencia que implementan sus países para mitigar el impacto de los aumentos en el precio de los alimentos y de los insumos para producirlos debido al conflicto bélico en Europa del Este.

Los ministros y altos funcionarios intercambiaron también información y puntos de vistas sobre cómo reforzar la seguridad alimentaria en la región ante un contexto inflacionario, con disrupciones en las cadenas de abastecimiento, en un diálogo con el Vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Carlos Felipe Jaramillo, y el Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero.

Ambas instituciones internacionales organizaron de manera conjunta el encuentro virtual, fundamentalmente con el objetivo de atender las perspectivas sobre la situación que se está viviendo en la región y de qué manera la seguridad alimentaria es amenazada por un escenario crítico con fuerte y negativa influencia sobre los costos de la producción agrícola.

Participaron el ministro de Agricultura de Chile, Esteban Valenzuela;  el ministro de Agricultura de Guyana, Zulfikar Mustapha; el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca del Uruguay, Fernando Mattos; el subsecretario de Coordinación Política del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina, Ariel Martínez; el secretario Adjunto de Comercio y Relaciones Internacionales del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil, Fernando Zelner; el subsecretario de Redes de Innovación Agropecuaria en el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Ecuador, Andrés Pareja; el viceministro del Ministerio de Desarrollo Agropecuario de Panamá, Carlos Rognoni; el viceministro de Desarrollo de Agricultura Familiar e Infraestructura Agraria y Riego del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego del Perú, Hugo Fernando Obando, y el coordinador General de Desarrollo Rural de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México, Salvador Fernández.

Los países agradecieron a las instituciones que organizaron y convocaron al diálogo, y afirmaron la necesidad de reforzar el apoyo a sus iniciativas y la importancia que tiene la acción en conjunto para fortalecerlas.

Moderó la conversación Diego Arias, Gerente de Agricultura para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.

“En Chile hemos creado un programa llamado Chile Apoya, con el que buscamos contener precios y ayudar a las familias más vulnerables. Ya se han invertido 3.000 millones de dólares para dar subsidios destinados a la compra de alimentos a 1.700.000 personas, que representan el 10% de la población chilena”, dijo el ministro Valenzuela.

El ministro chileno también indicó que se busca fortalecer la siembra de legumbres y otros cultivos tradicionales de consumo interno que han retrocedido en los últimos años por el avance de frutales y otros productos orientados a la exportación.

“En Guyana el Estado está absorbiendo los costos de los aumentos de los insumos agrícolas para contener los costos de producción y mejorar la seguridad alimentaria”, informó Zulfikar Mustapha.

El ministro, quien recientemente garantizó el apoyo de su país a la alianza continental propuesta por el IICA para enfrentar las amenazas crecientes a la seguridad alimentaria en el hemisferio, indicó que los efectos del cambio climático son una severa amenaza para la seguridad alimentaria de la población nacional.

Indicó, en ese sentido, que Guyana sufrió en 2021 una de las inundaciones más severas de su historia, que destruyó el 80% de su sector agrícola.

El ministro uruguayo Fernando Mattos señaló que ya se vivía una situación alimentaria compleja a nivel global antes de la invasión rusa en Ucrania, debido a la existencia de inventarios internacionales muy ajustados, por quebrantos en muchas regiones productivas.

“Hoy, si bien los países exportadores mejoran sus ingresos por el aumento de precios de alimentos, a la vez se genera una presión inflacionaria interna que impacta en población de menores ingresos. Además, muchos países priorizan el abastecimiento interno, por lo que han puesto limitaciones a sus exportaciones y eso ha reducido la oferta de granos”, advirtió el ministro uruguayo.

En cuanto a la circulación internacional de alimentos, Mattos agregó que “la situación exacerba posiciones nacionalistas y de restricción al comercio, que agravan aún más el escenario”.

Andrés Pareja indicó que en Ecuador se están simplificando y eliminando trámites para empresas que importan insumos agrícolas. “También tenemos programas de subsidios para que el productor pueda adquirir insumos como la urea. Y empujamos la asociatividad y el cooperativismo para que los productores puedan tener una agricultura de escala. Nuestra acción está focalizada en la población de menores ingresos”, explicó.

Ariel Martínez cuestionó a quienes, en distintos foros internacionales, proponen un solo modelo productivo para la transformación de los sistemas agroalimentarios. “Desde Argentina y otros países de la región –dijo- advertimos que podía haber problemas de seguridad alimentaria por escasez de oferta. La pandemia de Covid-19 y la guerra en Europa demostró que era cierto”.

Martínez informó que Argentina importa el 70% de los fertilizantes que utiliza y por eso ha sido duramente golpeada. Y se manifestó en contra de las barreras comerciales: “Nuestro país exporta cada vez más alimentos y, sin embargo, cada vez nos encontramos con más actores que distorsionan el mercado con paquetes de subsidios y barreras paraarancelarias. El IICA ha jugado un rol importante para explicar que los productores de nuestro hemisferio deben ser defendidos y que somos parte de la solución al problema global”.

Zelner contó que Brasil ha lanzado lo que llamó la diplomacia de los fertilizantes, que consiste en fortalecer contactos con grandes productores no europeos, para garantizar el suministro.

El funcionario también informó que Brasil ha reducido la carga tributaria de los combustibles, cuyo precio tiene un peso importante en el de los alimentos, y se pronunció por una visión más humana del desarrollo sostenible. “Ha habido un énfasis desequilibrado en la política ambiental, sin pensar en su impacto social en poblaciones vulnerables”.

Salvador Fernández dijo que en México se ha implementado un plan contra la inflación y la carestía. “Existen distintas medidas para proteger a los grupos sociales vulnerables, como las transferencias directas para permitir acceso a alimentos. También estamos facilitando a agricultores el acceso a insumos, en particular fertilizantes y semillas, para estimular un aumento de la producción”.

Obando contó que Perú ha invertido 94 millones de dólares para la compra del fertilizante que más se usa en el país, la urea. “Se ha hecho una adquisición colectiva de 73.000 toneladas. Estamos coordinando con gobiernos regionales y locales para la logística del reparto”, explicó.

Obando también dijo que, con la asistencia del IICA, se está realizando un estudio exploratorio para montar en Perú una planta de fertilizantes fosforados.

En Panamá, país que también está sufriendo el aumento de los fertilizantes y su poca disponibilidad, se han flexibilizado los requisitos para su importación. El país, además, estableció un fondo para estabilizar el precio del combustible que ha sido extendido al sector agropecuario, detalló Rognoni.

La situación preocupa al Banco Mundial, ya que no afecta solo a los consumidores, sino también a los productores, dijo Jaramillo. “Sería algo muy negativo –advirtió- si la escasez de fertilizantes y el aumento de los costos de transporte se traducen en una disminución de la producción de alimentos en los próximos meses y acentúa la baja disponibilidad que hay hoy en los mercados globales”.

“Esta jornada ha sido una oportunidad única para saber cómo los países de la región están enfrentando esta situación sin precedentes. Veo muchas similitudes y algunas diferencias entre las estrategias que han puesto en marcha los diferentes países. Todos entienden que es fundamental apoyar a la población más pobre, que es la que más sufre cuando suben los precios de los alimentos. Nos preocupa particularmente que el aumento de los precios de los fertilizantes tenga un impacto significativo y genere una disminución de la producción global de alimentos que haga que los precios sean aún mayores”, indicó Jaramillo.

Manuel Otero rescató que las medidas dispuestas por los países de la región muestran que tienen reflejos y cuentan con estrategias para enfrentar la situación.

En cuanto a las consecuencias de la crisis, el Director General del IICA, indicó que es probable que haya nuevos balances entre la producción de cultivos de exportación y los que aseguran las cestas básicas de los países y también entre producción y ambiente.

“Hay que aumentar la oferta de alimentos, obviamente sin dejar de respetar el ambiente”, indicó.

Otero también hizo hincapié en la importancia del llamado que el IICA hizo en la reciente Cumbre de las Américas para conformar una alianza continental para enfrentar la creciente inseguridad alimentaria.

“Debemos estar juntos cerró el Director General del IICA y fortalecer nuestro rol como garantes de la seguridad alimentaria y ambiental global. En estos tiempos de crisis es fundamental la generación de diálogos y la búsqueda de consensos para lanzar acciones coordinadas que nos permitan enfrentar esta crisis que genera amenazas y algunas oportunidades. En la reciente Cumbre de las Américas planteamos la necesidad de establecer una alianza continental, que significa estar juntos para enfrentar esta crisis y fortalecer nuestro rol como garantes de la seguridad alimentaria y ambiental global. También señalamos que es indispensable que exista un adecuado financiamiento para que nuestros agricultores afronten los mayores costos que han generado los aumentos de los precios de energía y fertilizantes. Hay una tarea importante por delante, para reducir la fuerte dependencia de los fertilizantes importados, que en Argentina es del 70% y en Brasil es aún mayor. Otro tema son las trabas burocráticas que todos los países están tratando de reducir y eso es muy saludable”.