Kristalina advierte que los conflictos entre ambos países empujan los problemas de suministro que suponen una parte importante del impulso a la inflación de precios al productor en la zona del euro, aunque también lo ha sido la fuerte demanda.
La directora del FMI, señala que, a nivel mundial, que el 40% de los problemas de suministro en el sector manufacturero pueden atribuirse a cierres de las industrias, que deberían tener solo efectos transitorios sobre la inflación.
Gueorguieva destaca que el mal tiempo y los accidentes industriales obstaculizaron el producto de los sectores automotriz y de los microchips en 2021.
Otros factores impulsores de los problemas de suministro, como la escasez de mano de obra (que explica hasta el 10% de los problemas de suministro del sector manufacturero a nivel mundial) y el envejecimiento de las infraestructuras logísticas, podrían, sin embargo, tener efectos más persistentes que los cierres sobre el suministro y la inflación.
A fines del año pasado, los expertos de la industria esperaban que la escasez de suministro de automóviles se disipara en gran medida a mediados de 2022 y que los cuellos de botella fueran más amplios para fines de este año.
Para el FMI, la variante Omicron ha inyectado nueva incertidumbre. Europa y China han impuesto nuevas restricciones y podrían seguir más interrupciones. En general, las interrupciones del suministro podrían durar más, posiblemente hasta 2023.