Entre este grupo se encuentran aquellos con espectro del autismo, dislexia, déficit atencional con hiperactividad (TDAH), síndrome de Tourette, discalculia, disgrafía, entre otras neurodivergencias. Estas no se consideran enfermedades, ni trastornos, por ello no deben tratarse desde un modelo médico, sino desde un modelo de inclusión, donde las diferencias aportan valor al tener distintas visiones de una misma situación o reto.

Desde esta perspectiva de inclusión, Peter Ramos, gerente de Neurodiversidad EY Centroamérica, Panamá y República Dominicana, explica la importancia de la inclusión de personas neurodiversas en el ámbito laboral, ya que actualmente a nivel mundial entre el 80% y 85% de este sector de la población se encuentra desempleado.

Según el experto, Reino Unido y Estados Unidos han avanzado en implementar acciones para la inclusión laboral de dicho sector, a diferencia de América Latina y la región Centroamericana, donde la neurodiversidad es un tema relativamente nuevo, por consecuente, aún es complejo de abordar y son pocos los países y las empresas de estos que han expresado interés en realizar acciones que les permitan conformar equipos de trabajo más inclusivos.

La firma EY se encuentra dentro de las empresas que le apuestan a crear equipos de trabajo dinámicos, incluyendo a neurodivergentes. “Desde el 2016 EY está trabajando por crear espacios aún más inclusivos, estamos innovando. Desde nuestra experiencia, durante los primeros 6 meses que incluimos a colaboradores neurodiversos en nuestros equipos nos dimos cuenta que la dinámica de trabajo permitía que nos ahorráramos horas laborales, debido a los procesos automatizados implementados por ellos”, afirmó Ramos.

En esa misma línea EY ha tenido la iniciativa de crear los Centros de Excelencia en Neurodiversidad, donde se promueve la innovación e impulsa la productividad mediante la integración de profesionales neurodivergentes. En dichos centros los colaboradores pueden trabajar en cualquiera de las líneas de negocio que posee la firma. Actualmente EY cuenta con 14 centros a nivel mundial, los cuales están distribuidos en 6 países: Estados Unidos, Canadá, India, Polonia, España y el último inaugurado en Costa Rica.

Para el experto la inclusión laboral de estos profesionales va más allá de agregarlos a los equipos de trabajo, significa brindarles la oportunidad de desempeñar cargos como cualquier otro colaborador. Además, recalca la importancia de adecuar los espacios de trabajo para que estas personas puedan desarrollar sus funciones.

“Es necesario que las empresas adecuen sus espacios, no solo para personas que tiene alguna discapacidad física, sino para todos aquellos que tiene alguna capacidad diferente, como es el caso de los neurodivergentes. También. cabe recalcar. que esta adecuación va desde todo el proceso de reclutamiento, hasta el momento en que el colaborador labora en la empresa” destacó el especialista.

De acuerdo a Ramos las adecuaciones que deben realizar las empresas para personas con discapacidad son diferentes a las que se realizan para las personas neurodiversas, por ejemplo, para estos últimos basta con que se adecuen espacios con menos luz o bien, pueda que requieran adaptaciones menores como recibir las instrucciones diarias por escrito.

Finalmente, el experto manifestó que muchas veces las empresas evitan incluir a personas neurodiversas en sus equipos, ya que se tiene el estigma que esto requiere de una inversión de capital significativa, cuando realmente no es así. Por ello, es fundamental que las empresas busquen asesoramiento y acompañamiento de profesionales para sus procesos de selección y el adecuamiento de espacios.