Por otro lado, la financiación de este negocio en No Vida para el cuarto trimestre de 2022 se desplomó un 64.4%, hasta US$630.16 millones, mientras que las inversiones totales del cuarto trimestre en Vida y Salud cayeron un 33.7%, hasta US$383.76 millones.
Desde el bróker también revelan que el tamaño medio de las operaciones en 106 rondas descendió un 42.3%, hasta US$11.79 millones. El rendimiento hizo que la financiación total anual para 2022 descendiera un 49.5% desde 2021, hasta US$7.980 millones. En particular, las insurtech atrajeron US$6.510 millones menos en financiación de megarondas, lo que supone un descenso interanual del 66.7%.
La financiación inicial disminuyó menos drásticamente, cayendo un 25.1% intertrimestral a US$408.27 millones en el cuarto trimestre, impulsada por una caída del 51.3% en la financiación inicial de No Vida sobre 50 acuerdos con un promedio de US$4.63 millones. A pesar de las tendencias abrumadoras, la financiación inicial de L&H aumentó de hecho en el cuarto trimestre, un 46.5% hasta US$213.64 millones, impulsada por cuatro operaciones superiores a US$40 millones. Según el informe, las cifras subyacen a un año de macrorrealismo para las distintas insurtech y de microdificultades para los inversores del sector.
«A finales de 2019, estimamos que el número total de insurtech a nivel mundial era de 3.000, pero ahora solo unas 2.050 están abiertas activamente al negocio. El capital está disponible, pero la inversión se redujo drásticamente en 2022 con respecto a 2021», afirma Andrew Johnston, director Global de InsurTech en Gallagher Re.