SERVICIOS DE SUSCRIPCIÓN NO UTILIZADOS: Seguro te ha pasado que te suscribes a algún servicio para probarlo o porque crees necesitarlo y la vida cotidiana te demuestra que no lo utilizas el tiempo suficiente como para justificar el pago de la suscripción.
Otra cosa que pasa a menudo es que olvidas cancelar un servicio tras el periodo de prueba, lo cual termina generándote un gasto imprevisto. Entre cuotas de suscripción que no necesitas, no usas o simplemente olvidaste, seguro gastas varios cientos cuando no miles de pesos al año.
COMER FUERA DEMASIADAS VECES: ¿Crees que los desayunos, comidas y cenas fuera no son para tanto? Haz este ejercicio: registra y suma todo el dinero que gastaste comiendo fuera tan solo el mes pasado, ¡no digamos si haces esto por tres o seis meses! Haz lo mismo con el café de las mañanas, las papitas de la tarde y el postre de los viernes.
DESPERDICIAR COMIDA: El desperdicio de alimentos es el desperdicio de dinero más común, solo después de salir mucho a comer fuera de casa. Literalmente tiramos dinero a la basura cuando dejamos que las cosas se echen a perder en el refrigerador o caduquen en algún rincón de la alacena.
DEJAR CRECER LOS INTERESES DE TU TARJETA DE CRÉDITO: Las tarjetas de crédito son útiles, pero si no las usas adecuadamente puede poner en aprietos a tu cuenta bancaria. Si se te han acumulado las deudas, hazte el propósito de pagar tu saldo existente.