Según señalan, supone un riesgo implícito el modelo de lenguaje que utiliza, pues permite que este sistema, con capacidad de responder a preguntas y mantener conversaciones o generar materiales en tiempo real, dando respuesta en cuestión de segundos, continúe aprendiendo a través de la interacción de los usuarios, quedando registrada toda la información que se aporte. “Esto supone un riesgo implícito, especialmente para las organizaciones que hacen uso de esta herramienta”, advierten, pues “estos sistemas se nutren de todo tipo de contenidos publicados en Internet sin contrastar y sin citar a las fuentes”, lo que puede generar desinformación y exponer a las empresas ante reclamaciones por competencia desleal o fraude empresarial.

Entre los riesgos de seguridad y privacidad de esta herramienta, los expertos destacan la protección de datos, los derechos de autor y la propiedad intelectual y, aunque la Unión Europea trabaja desde hace más de un año en una propuesta para regular el uso efectivo de la IA y proteger a los usuarios estableciendo límites y clasificando los riesgos, mientras no se disponga de una regulación clara, “será complicado determinar cuándo un sistema como este infringe las normas”, se destaca.

“La regulación actual en Europa contempla, principalmente, los derechos de contenido creado por humanos. No obstante, ante la falta de regulación actual en este ámbito y los crecientes riesgos que presenta el rápido desarrollo de la IA, desde DAS Seguros aconsejamos a las empresas que elaboren un plan de prevención y establezcan políticas claras que eviten posibles conflictos legales por el uso de las tecnologías”, recomienda Natalia Mañas, abogada especialista del Centro de Asistencia Jurídica de la compañía.

Ciberataques a empresas y particulares

Con el desarrollo de la tecnología han proliferado también los ciberataques dirigidos a empresas y particulares mediante actividades de phishing o difusión de malware, lo que podría derivar en fraude o el robo de datos. En este sentido, se advierte además de que las pymes y los autónomos presentan una mayor vulnerabilidad y es la compañía la que se presenta responsable a nivel jurídico de cualquier problemática interna en este ámbito.

En conclusión, mientras ChatGPT recalca que la responsabilidad del uso del contenido pasa por el uso que hacen los propios usuarios, desde DAS recuerdan que es importante concienciar a las compañías y sus equipos de los diversos riesgos que podría conllevar y establecer una guía de actuación. Y es que no se puede olvidar que las compañías son las responsables a nivel jurídico de cualquier violación de derechos que la actividad de un empleado pueda suponer.