Las cifras publicadas por el Ministerio de Hacienda, dan a conocer que esta sería la modificación más grande hasta la fecha, ya que, en segundo lugar, con US$30 millones, se encuentra el préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “Respuesta Inmediata de Salud Pública para Contener, Controlar el Coronavirus y Mitigar su Efecto en la prestación del Servicio en El Salvador 2021”.
El año pasado, dicho fondo llegó a US$661.3 millones para atender la emergencia de la pandemia del COVID-19, de los cuales se ejecutaron US$130.9 millones una vez levantada la declaración de emergencia el 20 de mayo de 2020. El fondo se ha caracterizado por la falta de transparencia y rendición de cuentas, abriendo la posibilidad a los abusos y corrupción1. Este año es aún más grave la falta de transparencia por la aprobación de la “Ley para el Uso de Productos y Tratamientos Médicos en Situaciones Excepcionales de Salud Pública Ocasionadas por la Pandemia del COVID-19”, que anula muchos de los procedimientos establecidos en la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (LACAP), y hace prácticamente imposible darles seguimiento a los gastos de FOPROMID.
El incremento de la partida de FOPROMID, se ha financiado reduciendo las partidas de servicio de deuda externa en US$259.3 millones desde agosto hasta diciembre de 2021, dejando a cero los últimos cuatro meses del año (gráfica 3).
La transparencia y la lucha contra la corrupción y el manejo responsable de las finanzas públicas es importante que se publique el detalle de todos los gastos y procesos de compra relacionados con FOPROMID y que se explique a los ciudadanos y acreedores internacionales cómo se financiará este gasto y el servicio de la deuda externa que se ha dejado sin fondos, y qué más se ejecutará en lo que resta del año.