Lunes, 16 Mayo 2022 22:13

El entorno económico y su impacto en la demanda aseguradora

Escrito por Evelyn Alas

El inicio de la invasión rusa a Ucrania en el mes de febrero de 2022 ha venido a complicar el panorama para la actividad económica global y, consecuentemente, el desarrollo de los mercados aseguradores a nivel global, los cuales se enfrentan a un entorno de incertidumbre más elevada, una desaceleración en el crecimiento económico más allá de lo esperado con anterioridad al inicio del conflicto y mayores presiones inflacionistas.

Algunos de los principales problemas generados por el proceso de reapertura económica post-pandemia, en lugar de corregirse, han venido a agravarse a consecuencia de la guerra y de las sanciones impuestas a Rusia por la invasión.

La revisión a la baja de la estimación del crecimiento económico mundial hasta el 3.6% (6.1% en 2021), el alza de los pronósticos de inflación y el aumento de la incertidumbre por el conflicto (unido a una pandemia que todavía sigue provocando distorsiones en algunas economías) están ensombreciendo el panorama para el desarrollo del negocio y de la rentabilidad del sector asegurador en 2022.

El panorama continúa, sin embargo, siendo dispar, existiendo el riesgo para algunas economías de caer en una situación de estancamiento económico con altas tasas de inflación, lo que sería un escenario especialmente perjudicial para todos los sectores de actividad económica, mientras que otras en las que el mercado laboral continúa fuerte presentan mejores perspectivas, a pesar de las presiones inflacionistas y del complejo panorama económico y geopolítico.

La guerra en Ucrania y las sanciones adoptadas contra Rusia han elevado la presión en los precios de la energía y de las materias primas, que han subido de forma acusada motivando una inflación más alta y persistente de lo previsto, alimentada por los cuellos de botella en la oferta tras la reapertura económica (que empezaban a mejorar pero que han vuelto a agravarse a raíz de la invasión) y por los extensos paquetes de ayudas fiscales y monetarias aplicados para combatir la situación provocada por la pandemia.

Esta situación viene a ensombrecer el panorama para el sector asegurador cuya rentabilidad puede verse afectada de forma negativa por la erosión que supone la inflación en los márgenes empresariales, aumentando la presión sobre los precios de los seguros en un momento en el que el proceso inflacionista viene a reducir el poder adquisitivo de los hogares y hace más difícil trasladar a los precios el aumento en los costes que esto supone.

En cuanto al volumen de negocio No Vida en este entorno (véase el Recuadro 2.1.1), los seguros de autos seguirán acusando la caída de las matriculaciones de nuevos vehículos (todavía lejos de los niveles precrisis), amplificada por los cuellos de botella en la oferta derivados de la escasez de semiconductores y de ciertos metales como el aluminio, de los que Rusia es uno de los principales productores. Estas disrupciones en las cadenas de suministros continúan lastrando las nuevas matriculaciones de vehículos.