Dos de los principales exportadores mundiales de trigo y otros cultivos esenciales están entrando en un segundo año de guerra, lo que implica que muchos países vulnerables aún se vean afectados por una agudizada inseguridad alimentaria.
Los Estados frágiles y afectados por conflictos, en donde viven 1.000 millones de personas, están especialmente expuestos al riesgo.
Tras once bajas mensuales consecutivas, los precios han descendido 19% con respecto a los máximos de marzo, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Los precios de febrero ajustados por la inflación descendieron con respecto al año anterior, siguen siendo 12% más altos que el promedio de cinco años.
La composición del Índice de Precios de los Alimentos de la FAO muestra que los aceites vegetales fueron el factor que más incidió en la disminución de precios, junto con los productos lácteos y los cereales, en tanto que los precios del azúcar y la carne varían poco con respecto a comienzos del año anterior.
En una reciente declaración conjunta sobre seguridad alimentaria, el FMI y otras instituciones mundiales señalaron que los gobiernos y donantes tienen que reforzar el apoyo a las personas más vulnerables, facilitar el comercio y el funcionamiento del mercado y eliminar los subsidios perjudiciales.