Indicando que las regiones de África del sur del Sahara y Asia meridional sufrirían para el 2030 la contraccion relativa más marcada del PIB real debido al colapso de los servicios ecosistémicos: la reducción se ubicaría en el 9,7 % y el 6,5 % anual, respectivamente. Esto se debe a la dependencia de dichas regiones respecto de los cultivos polinizados y, en el caso del África al sur del Sahara, de los productos forestales, así como a la limitada capacidad de pasar a otras opciones de producción y consumo que se verían menos afectadas.
El documento titulado ''The Economic Case for Nature''(Los argumentos económicos a favor de la naturaleza) subraya la fuerte dependencia de las economías respecto de la naturaleza, particularmente en los países de ingreso bajo.
“Para lograr el crecimiento económico es fundamental preservar la naturaleza y mantener sus servicios”, dijo el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass.
Las políticas y las reformas que incluyen un planteo inteligente en relación con la naturaleza, incluidas las reformas a los subsidios agrícolas y las inversiones en innovación agrícola, mejoran la biodiversidad y los resultados económicos. A medida que los países buscan recuperarse de la pandemia de COVID‑19, es importante que el desarrollo económico mejore los resultados en relación con la naturaleza”.
“Es una combinación de políticas que muestra los mayores beneficios tanto para la biodiversidad como para las economías. ''Para los paises en desarrolllo, es particularmente importante y beneficioso sumar a la combinacion de politicas la inversión en investigación y desarrollo'' afirmó Giovanni Ruta, economista principal del Banco Mundial.