La disminución de los precios refleja en parte la débil demanda, producto de la reducción del uso de fertilizantes por parte de los agricultores debido a problemas de asequibilidad y disponibilidad.
El sector también se ve afectado por problemas por el lado de la oferta, como una contracción de la producción en Europa, interrupciones a raíz de las sanciones a Rusia, y restricciones comerciales en China.
Hasta octubre de 2022, alrededor del 70 % de la capacidad de producción de amoníaco en Europa se había reducido o las plantas habían dejado de funcionar.
Las preocupaciones sobre el suministro se han visto exacerbadas por la extensión de las restricciones a las exportaciones de fertilizantes hasta fines de 2022 con el fin de mantener la disponibilidad interna.
Las exportaciones de DAP desde China, que representan el 30 % del comercio mundial de fosfato diamónico, cayeron casi un 50 % (interanual) durante los primeros 10 meses de 2022.
Mientras tanto, las exportaciones chinas de urea disminuyeron en alrededor del 60% (interanual) en el mismo período.