En ese sentido la directora del IUDOP, Laura Andrade, explicó en una entrevista matutina que el precio de la canasta básica hasta el cierre del año pasado aumentó US$30.
Asimismo, los salvadoreños comentaron que invierten sus ingresos, principalmente, en la compra de alimentos. También, 49 de cada 100 personas declaró en este estudio que durante el año pasado había tenido que dejar de comprar algunos alimentos por el aumento de los precios.
Por ejemplo, la encuesta indica que las familias con ingresos mensuales menores a los US$200 y las que pertenecen a estratos marginales son las que en mayor proporción tuvieron que dejar de comprar alimentos por el encarecimiento de los precios, y también las que en mayor medida tuvieron que pedir dinero prestado a otras personas para solventar los compromisos económicos mensuales de sus hogares.
Al cierre del año 2022, 39 de cada 100 salvadoreños señalaron que el desempleo en el país había aumentado, una parte que viene a afectar su bolsillo y la de su familia.
La encuesta contó con una muestra representativa del total de la población salvadoreña de 18 años en adelante que reside en el país. La muestra final fue de 1,273 entrevistas y tuvo un margen de error de más o menos 2.7% y un 95% de nivel de confianza.